De Ferdinand a Lady Di

Sobre la princesa Letizia no importa lo que se publique. Ya tiene que ser muy gordo para que se desmienta. Y da igual decir que el pasado fin de semana estuvo en el festival DCODE viendo a Franz Ferdinand que anunciar un divorcio. Según Eulogio López en Hispanidad, la Casa Real prepara el divorcio de don Felipe y doña Letizia. Presionada por la progresía, dice. ¿Pero quién o qué es la progresía y quién le ha dado vela en este entierro? En ese artículo contrario a cualquier divorcio (por el tono, no solo le parece mal el de los Príncipes) se habla de un divorcio programado que debe tener lugar mientras don Felipe sea el Heredero. Y también de que ya se adivina el fantasma de Lady Di. Imaginamos que se refiere al fantasma de una princesa divorciada suelta.

Es más, se habla de que doña Letizia sigue “fuera de control”. Se alude a la que presuntamente montó en Buenos Aires. Se trataría de que la Princesa, tras la elección de Tokio, quiso volver el domingo por la mañana a España (debían hacerlo en el avión de Rajoy) pero el presidente del Gobierno tenía un compromiso institucional por la mañana y no podían irse hasta el mediodía, como estaba programado desde el principio. “El enfado de la princesa, aseguran, fue monumental, siendo la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de Casa Real”.

A eso añadimos los presuntos retoques estéticos en agosto. Según dijo Beatriz Cortázar el jueves en Es Radio, el médico que habitualmente la pincha estaba de vacaciones esos días. Un pequeño desmentido, aunque sea por una vía lateral, no oficial. Como diría Rajoy, un presidente no puede salir todos los día a desmentir rumores. Una princesa, menos.