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Ámsterdam, canalla y deslumbrante en otoño
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Daniel Camiroaga

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Daniel Camiroaga

Ámsterdam, canalla y deslumbrante en otoño

Bella, divertida, con un punto canalla pero siempre con estilo, sexy. Relajada pero laboriosa, emprendedora, anclada al agua y siempre amable. En otoño, Ámsterdam se inunda de colores. Sus

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Bella, divertida, con un punto canallapero siempre con estilo, sexy. Relajadapero laboriosa, emprendedora, anclada al agua y siempre amable. En otoño, Ámsterdamse inunda de colores. Sus viejas casas de ladrillo rojo se entremezclan con los tonos dorados y anaranjados de los árboles que se dibujan en las aguas de sus canales y el amarillo que despiden las farolascuando la noche recoge la ciudad. No son sus monumentos, sino el alma de una historia edificada en el siglo XVII,que se esconde tras la bruma que difumina los perfiles de sus gentes que se mueven en bicicleta y viven en barcazas. La postal más espectacular cuando sale el sol.

Alejado de las riadas de turistas que ocupan el centro de la ciudad, el barrio de Joordanes probablemente la zona más interesante para pasear, sentarse en sus animados cafés, comer en sus encantadores restaurantes y entrar en sus sorprendentes tiendas.

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Cultural y provocadora

En el Foamencontraras las mejores exposiciones de fotografía. A cinco minutos de la Estación Central, sobre las aguas abiertas del Oosterdok, la mayor biblioteca pública de Europa; de icónica arquitectura de diseño, grandes espacios y una gran terraza para disfrutar de la ciudad tomando un café. El Ayuntamiento y el Music Theater forman el conjunto conocido como "Stopera", cuya fachada ondulada sobre el río Amstelda cabida a la Orquesta Filarmónica, el Coro de la Ópera y el Ballet Nacional. El Jardín Botánico Hortus esuno de los más antiguos de Europa. Una isla, un oasis de exótica y frondosavegetación, con un maravilloso café al aire librepara tomar buenísimos sándwiches y ensaladas orgánicas de su propia huertasi el tiempo lo permite. Sorprendente el nuevo espacio creado en los antiguos astilleros a orillas del río IJ, el muelle NDSM, un nuevo centro cultural de exposiciones y hogar de artistas.

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Los más clásicos

La edificación más antigua de la ciudad, llamada el cuarto de estar de Ámsterdam, es la Iglesia de San Nicolás, cerca del distrito Rojo, de inmensos volúmenes, magnificas vidrieras y esplendido órgano repujado que contrasta con el mayor templo budista, Flor de Loto, en Zeedijk. En la esquina de Reguliersgracht y el canal Herengracht, en el lado impar, quince puentes de un solo vistazo. Vondelpark, al sur de la ciudad, para pasear en espacios verdes teñidos de otoño y asomarse al viejo estadio olímpico.

Los colores del mercado de flores asoman de las barcazas a lo largo del canal. En el corazón del barrio de De Pijp, una de las zonas más animadas de Ámsterdam, visitael mercado al aire libre de Albert Cuyp, con esplendidas frutas y verduras. Entre Leidsestraat y Raadhuisstraat hay una zona conocida como De 9 Straatjes, las nuevecalles, un barrio encantador lleno de tiendas únicas,donde encontrar ropa llamativa, provocativa y lugares maravillosos para comer en medio de un gran ambiente.

Disfruta de un desayuno fabuloso en Gartine, un local con encanto y acogedor, con vajillas y cubiertos antiguos y de estilo. Cruasanes, mermeladas, yogures especiales, huevos y zumo.

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Dónde cenar

EnFrankendael Park, De Kas, bajo los cristales de un invernadero, cocina basada en las mejores verduras de temporada. Menús a 49,50€. Si quieres cenar en la propia cocina, 125€. Momo, raciones de inspiración oriental para compartir.

Dónde dormir

El Hotel 717. Un alojamiento de lujocon tanta calidez y encanto que parece más una casa de huéspedes. Cada una de sus amplísimas suites están ambientadas en distintos colores, con decoración de época, arte moderno y africano, y lleva el nombre de un artista.

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Bella, divertida, con un punto canallapero siempre con estilo, sexy. Relajadapero laboriosa, emprendedora, anclada al agua y siempre amable. En otoño, Ámsterdamse inunda de colores. Sus viejas casas de ladrillo rojo se entremezclan con los tonos dorados y anaranjados de los árboles que se dibujan en las aguas de sus canales y el amarillo que despiden las farolascuando la noche recoge la ciudad. No son sus monumentos, sino el alma de una historia edificada en el siglo XVII,que se esconde tras la bruma que difumina los perfiles de sus gentes que se mueven en bicicleta y viven en barcazas. La postal más espectacular cuando sale el sol.

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